30 Nov Otra educación es posible: el Pez Luna
Clara Muñoz Beteta es una de esas personas que transmiten una energía especial. Estarías horas escuchándola. Su forma de hablar pausada, el amor que transmite por todo lo que hace y su entusiasmo hace que no te extrañe en absoluto que haya sido capaz de sacar adelante proyectos tan interesantes como “El Pez Luna” o “La Estrella del Pez Luna”, proyecto este último del que nos va hablar hoy. Tuve la oportunidad de conocer a Clara en el curso de “Educación Activa y Aprendizaje Autodidacta” y realmente quedé encantada y es por esta razón por la que es una de las primeras personas a las que he querido entrevistar, porque creo que merece mucho la pena escucharla.
¿Cómo surgió la idea de vuestro proyecto?
La idea de nuestro proyecto surgió de una manera muy orgánica cuando estaba trabajando de Maestra Especialista de Música en una escuela pública. Allí sentí que ese no era el lugar donde yo podía desarrollar una labor transformadora a medio o largo plazo, que no era el sitio donde yo pudiese hacer una transformación real. Fue un pálpito, una intuición. Era más joven y decidí dar el salto, investigar, probar, me dediqué a formarme, a leer mucho, e investigué proyectos a nivel nacional e internacional. En muy poco tiempo había devorado muchos libros, me había formado, y a partir de ahí empecé a conocer gente que realizaba una labor muy valiosa. Entonces decidí crear la casa nido “La Casita del Pez Luna”.
Crear un espacio así conllevaba su riesgo porque en aquella época para este tipo de iniciativas era difícil encontrar un marco que las regulase, supongo que hice las cosas desde el corazón y no tanto desde la cabeza aunque por supuesto había mucha cabeza allí, había mucha formación, contaba con muy buenos profesionales. Pero realmente si lo piensas, no lo haces, porque conlleva muchos riesgos, muchas incertidumbres. La escuela de Infantil y Primaria surgió por los niños, por las familias de la asociación, porque ellas y sus peques querían continuar hasta los 6 años, los de 6 años hacer Primaria… y así vas confiando en esta manera de trabajar y vas creciendo. Ahora mismo hay un grupo de familias interesadas en ampliar a secundaria y estamos viendo qué es lo que supone, quien se encarga de qué cosas, estamos viendo cómo conseguir sacarlo adelante.
¿Qué tipo de bases pedagógicas lo fundamentan?
Yo entiendo que un ambiente educativo tiene muchas dimensiones, una humana (los seres humanos que acompañamos es un ambiente en sí mismo), la estructura física-material, cómo organizas el día y las metodologías. Entiendo que me preguntas por estas aunque como te digo yo considero que hay cuatro dimensiones fundamentales y que están súper conectadas. En nuestro Proyecto Educativo se trabaja desde la EDUCACIÓN ACTIVA. Dentro de ella, algunas de las metodológicas fundamentales son lo que llamamos los “Círculos”: espacios educativos de conversación, de poder hablar una hora al día, en pequeños grupos, (media hora al comienzo, media hora al final) de poder ver a los peques uno a uno, de poder sacar cosas que han pasado. Es un espacio importante.
Dentro de estos círculos se trabaja la “Asamblea” semanal con toda primaria. Otra metodología sería el “Taller». Tenemos un “Taller de Historias” en el que se trabaja la Historia y Geografía contándola como los cuentos de tradición oral, apoyándonos en mapas, audiovisuales, en dinámicas de juego… y otros talleres de “Música y Movimiento”, “Educación Física”, “Plástica”, “Lengua Inglesa”. También hay talleres optativos que ellos escogen, tenemos el “Laboratorio”… Los viernes son para la “Escuela de la Naturaleza”, con juego libre en el campo y alguna dinámica de observación. La metodología de “Proyectos” está muy presente, partiendo del interés del niño donde cada uno puede desarrollar su interés individual dentro de un proyecto común, y por supuesto, el juego libre, hay muchísimo juego libre tanto en Infantil como en Primaria. En Infantil más, claro, tienen algunas propuestas de taller o provocaciones y van pasando por los distintos espacios pero fundamentalmente es juego libre y en algunos de esos espacios se hacen propuestas.
Como muchas escuelas de Educación Activa, “La Estrella del Pez Luna” tiene una manera personal de aplicar todas estas herramientas, una metodología propia que bebe de diversas fuentes. El “Taller” guiado está basado en una reflexión personal, también está el aprendizaje basado en proyectos que lo aplicamos de un modo muy cuidado y específico. En cuanto al material, hay material manipulativo de la metodología Montessori y otros que no, la pedagogía Waldorf podría estar presente en cómo se trabajan las estaciones o en el uso de los elementos naturales y las mesas estacionales, Pikler está en el acompañamiento del juego libre y la importancia de la autonomía en el movimiento, y la Educación Creadora está en cuidar mucho la ausencia de juicios, en ver que las cosas que hacen no son obras ni productos y en Infantil se trabaja a veces toda la parte de la psicomotricidad Aucouturier.
A algunas personas esa fusión o esa mezcla de diferentes pedagogías les generan una desconfianza, ¿qué opinas?
Creo que esa desconfianza suele venir de un desconocimiento. Para mí lo natural es que esas metodologías se mezclen pues prácticamente todas responden a una Pedagogía en común: la Educación Activa, aplicada a través de diferentes herramientas adaptadas a tu contexto escolar. De hecho me parece que es muy coherente y habitual que un niño, a través del JUEGO LIBRE conecte con una idea o deseo de investigar algo. Gracias a la OBSERVACIÓN por parte de los/as maestros/as y a los CÍRCULOS, seguramente este interés será recogido y atendido en un TALLER o PROYECTO. En ese Taller o Proyecto puede que requiera hacer cálculos, leer textos u otros aprendizajes que habrá adquirido o podrá adquirir jugando con MATERIAL CONCRETO MANIPULATIVO (MONTESSORI).
Otra cosa que puede pasar es que los niños te digan que quieren saber más de algún tema y traigamos a alguien especializado para que les den un taller que les permita profundizar. O que las salidas al campo y los juegos de observación en la naturaleza les conecten con las estaciones y jueguen y aprendan cotidianamente con elementos naturales (BOSQUE ESCUELAS, WALDORF…).
Creo que a veces se utilizan estas terminologías, Waldorf, Montessori, para que la gente comprenda más fácilmente. Personalmente, no es que no quiera profundizar en una metodología, es que estoy profundizando en una manera personal de llevar un proyecto porque para mí sería muy difícil centrarme en una y perderme todo lo demás.
En muchos de los proyectos de pedagogía alternativa que conozco no hay alumnos con necesidades educativas especiales, ¿es vuestro caso?
Nosotros tenemos un plan de inclusión, de hecho ahí es donde observo la diferencia de este tipo de proyectos respecto a otros, yo estoy absolutamente a favor de una educación pública y accesible para todos pero es que en la pública las cosas están como están y yo no he podido hacer un proyecto así allí, pero tengo grandes amigos ahí trabajando. Yo tengo muchos peques aquí que se podrían adaptar a un sistema tradicional, ya no hablamos de público o privado, pero es que tengo peques con necesidades especiales que no son muy profundas y que en el modelo tradicional salen muy dañados, con sensaciones de que no valen, porque en efecto los modelos tradicionales dejan a mucha gente fuera, eso sí es una realidad, y con un nivel de creencia de que no están llegando a lo que se supone que está bien.
Yo he trabajado en otros modelos con niños con necesidades especiales y es verdad que hay apoyos (PT, AL), que hay maestros/as buenísimos y entregados, pero el ratio y los recursos son los que son y, lo que yo viví es que el tiempo que estos niños están en el aula la sensación es que el ritmo es el que es, están las notas numéricas y son tantos los elementos del modelo tradicional que hacen que un niño con dificultades sienta que se queda fuera… eso fue, en gran parte, lo que me hizo salir. Yo no creo que todo el mundo tenga que venir a una escuela así, a mí me gustaría que este tipo de metodología no fuese privada o que en algunos entornos no se nos considerasen escuelas de “perro flautas” o “pijos progres” que quieren hacer lo que les da la gana y saltarse las reglas.
Hay muchos modelos educativos con gente muy profesional llevándolos a cabo y esos modelos les pueden venir bien a diferentes niños. No creo en una pedagogía única que le vaya bien a todo el mundo pero sí creo en educar en el respeto y en que hay niños a los que este tipo de pedagogías les ayuda muchísimo a crecer y desarrollarse desde un autoconcepto positivo, cuando otros modelos educativos podrían realmente hacerles daño o fomentar que crezcan profundamente estigmatizados.
Entiendo por lo que dices que en vuestra escuela no hay notas ni exámenes, ¿Cómo hacéis la evaluación entonces?
Hemos crecido sintiendo que evaluar es poner un valor numérico y comparativo en base a un estándar común para todas las personas. Ese tipo de evaluación está basado en un producto, en un resultado y no en el proceso. Nosotros trabajamos con una “Evaluación Constructivista” muy fundamentada y aplicada de una manera tan compleja y profunda que no podría describírtela aquí.Pero puedo ponerte algunos ejemplos. Nosotros evaluamos el proceso, tenemos unos ítems (estándares de aprendizaje) como cualquier escuela pero no solo académicos. Tenemos unos ítems reales de lo que estamos observando, para esto, claro, necesitas tener una ratio más baja de la que hay en la pública. Son ítems que evalúan la autonomía, el desarrollo físico, la inteligencia emocional y social, la creatividad e innovación, cómo se adaptan a la metodología,… hay diferentes áreas y también están los estándares de aprendizaje académicos. Semestralmente se hace un estudio muy profundo, en el que se reúnen todos los registros de observación y tutorías.
En cuanto a los ítems académicos, ellos los conocen, no son agentes pasivos. Ellos van anotando en sus agendas lo que van trabajando, los materiales que han usado, las actividades que han hecho y conversan de esto con sus tutoras. En los proyectos ellos mismos se evalúan con unas preguntas muy claras, de reflexión, donde entre otras cosas se les pregunta si han conseguido llegar a donde querían, además de preparar toda una exposición para compartir lo aprendido con sus compañeros de Primaria. Y exámenes no se hacen, alguna vez sí se han hecho porque nos los piden, porque tienen curiosidad, nada más. Sí hacemos juegos de preguntas, retos… sin una nota final.
Algunos padres a los que les gustaría llevar a sus hijos a este tipo de escuelas temen que luego no estén preparados si pasan al sistema tradicional, ¿cómo gestionáis este asunto?
Hay un plan de transición porque es verdad que hay muy pocos proyectos alternativos que tengan secundaria, se hacen reuniones con la familia, entrevistas especiales con las tutoras, se les explica qué es un examen, qué ítems les faltarían, si quieren trabajarlos y cómo,…
¿Qué ocurre si un niño no muestra interés por nada?
Hay cosas que ellos ya saben que pueden elegir y otras que no. Uno de los grandes retos de esta escuela es que los niños puedan estar haciendo cosas que no correspondan al 100% de su interés y que no pase nada, el sentido de lo colectivo en este tipo de espacios es importante trabajarlo. Que comprendan que lo que ellos desean y les interesa es muy, muy importante, pero no es lo único importante.
¿La tecnología está presente en vuestras aulas?
En primaria para presentar las ponencias o los talleres están acostumbrados a ver proyecciones, a utilizar el ordenador en la búsqueda de información siempre acompañados de un adulto. También está presente a la hora de maquetar o usan el Power Point.
La tecnología la introducimos de una manera muy natural, a medida que van avanzando en edad con 9 o 10 años. Antes han trabajado el papel, la mecánica o han pasado por otras fases, deben palpar la realidad y ya luego lo virtual. Trabajan mucho la electricidad también como un primer paso antes de la robótica.
¿Hay algún tipo de ayuda o beca para las familias con bajos recursos que quieran acceder a este proyecto?
La realidad es que en el tiempo que llevamos abiertos todavía estamos recuperando la inversión. Abrir un espacio como este, con la ratio de alumnos que manejamos y la manera de trabajar que tenemos, es muy complicado de mantener económicamente. Y nosotros somos de las escuelas que tenemos las cuotas más justas, de unos 400 euros/mes. Ahora hay un descuento a terceros hermanos. Lo que sí hacemos cada año es trabajar con proyectos sociales cediéndoles espacios a entidades con menores en dificultad social, creando campamentos y actividades gratuitas y voluntarias en colaboración con estas entidades, ofreciendo formaciones gratuitas… Se buscan maneras de colaborar sin que eso suponga un coste extra que haga peligrar la sostenibilidad del proyecto.
Muchas gracias Clara. Ha sido un placer hacer esta entrevista.
Si te ha gustado la entrevista a Clara Muñoz Beteta y quieres saber más sobre este proyecto puedes visitar su página web https://elpezluna.com/
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