Mi hijo no quiere bañarse, ¿qué hago?
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Mi hijo no quiere bañarse, ¿qué hago?

Los motivos por los cuales un peque no quiere meterse en el baño o en la ducha pueden ser muchos y variados. Voy a intentar enumerar los más frecuentes y lo que puedes intentar hacer en cada caso.

 

MAMÁ, TENGO MIEDO

 

Si a tu hijo le encantaba el baño y de repente no lo quiere ver ni en pintura es probable que le haya cogido miedo al agua porque haya tenido una mala experiencia que nosotros desconocemos o hayamos pasado por alto. Quizás se quemó con el agua porque estaba demasiado caliente, se dio un golpe, pasó mucho frío, se le metió tanta espuma en los ojos que se le irritaron, o en niños muy pequeños puede pasar también que piensen que se van a ir por el desagüe.

En estos casos lo más importante es mostrar mucha empatía con él y validar su emoción: “Entiendo que tengas miedo, yo también lo tengo a veces, no te preocupes que mamá/papá están aquí”.

Es conveniente acompañar su miedo, sin reírse de él o ella ni minimizarlo ya que para tu hijo es totalmente real ese temor y sobre todo intentar ir paso a paso. Quizás comenzando solo con una esponja mojada, diciéndole que meta solo un pie el primer día, o usando un barreño. Si podemos meternos en la bañera con él mucho mejor. Paso a paso, despacito y con paciencia. Puedes usar una esponjita húmeda un día, luego puede ser una bañerita más pequeña donde meta los pies, luego puedes meter un barreño con juguetes y con una caña de pescar dentro de la bañera grande, para finalmente decirle que ya no tiene mucho espacio y es mejor quitar el barreño y que se quede él en la bañera (por pasos).

Llenar la bañera sin que la vea ni la oiga (por si le molesta el ruido) o quitar el tapón cuando ya no esté él dentro porque como os digo hay niños que sienten verdadero pánico a irse por el desagüe.

Comprobar muy bien la temperatura del agua, la del peque y la del ambiente, para evitar contrastes o temperaturas extremas. Meterla con cuidado y si hace falta, meterte tú primero y luego a ella. Después, mojarle la cabeza con la esponja y con cuidado, cuanto menos agua caiga a la cara mejor.

 

NO, NO Y NO.

 

Otras de las posibilidades por las que un niño no quiere bañarse es que están en la etapa de la reafirmación de su personalidad, la llamada etapa del “no” y la hora del baño no va a ser menos. En este caso suele funcionar muy bien las opciones limitadas: ¿prefieres bañarte con este muñeco o con un barquito de los que hemos hecho de corcho? ¿Quieres bañarte antes de comer o después? Deja que escoja el jabón o el champú que se va a poner por ejemplo. Vamos a preparar el baño ¿qué juguetes de los que se pueden mojar te quieres llevar? “En cuanto la aguja del reloj esté en el 12 tienes que coger a tu muñeca para llevártela a bañar” (siempre es mejor que sea algo visual porque lo de los 5 minutos no suele funcionar cuando son muy pequeños y no son conscientes del tiempo, de ahí lo de señalarles que vean la aguja)

«Valentina es hora del baño ¿me ayudas a lavarte la cara o el cabello?», “Cariño es la hora de la ducha, en cuanto termines de ducharte podrás escoger el cuento de hoy, ¿cuál vas a elegir?”

Son solo algunas ideas.

 

QUIERO JUGAR

 

Lo que ocurre también muchas veces, es que están enfrascados en una actividad mucho más placentera que el baño y no les apetece nada cambiar el plan, algo que por otro lado es bastante comprensible si ven la hora del baño como una obligación. Por esta razón en primer lugar hay que cuidar la transición avisándole con tiempo de la hora del baño:

“En cuanto termines de recoger los juguetes toca la ducha, ¿recuerdas que decía la tabla de rutinas? Aquí un ejemplo de cómo usar esta herramienta o «Sé que quieres seguir jugando y es hora de bañarnos, ¿qué te parece si hacemos una carrera para llegar al baño como si fuéramos sirenas nadando?”. Avísale con tiempo: “Cariño veo que te estás divirtiendo mucho con los bloques, voy a poner el reloj de arena (o alarma) y cuando suene o baje la arena es hora de irse a bañar”.

Por otro lado hay que intentar convertir la hora del baño en un momento de diversión.

¿Cómo?

Te voy a dar varias ideas: Cuentos impermeables, láminas de foami de esas que se pegan a la pared cuando están mojadas, hacer barquitos con corcho el día antes como manualidad y así puede probarlos al día siguiente en el baño para ver si flotan, meter un montón de tazas para llenar y vaciar, usar crayones con los que pueden pintar los azulejos, introducir juguetes acuáticos chulos en la bañera, añadir un elemento sorpresa como el juego de pescar (yo le lleno la bañera y escondo algunas cosas dentro y ella tiene que encontrarlas con la caña), jugar a las carreras donde se tiene que lavar el cabello en el menor tiempo posible mientras se hace una cuenta en voz alta o poniendo una alarma o un reloj de arena. Mostrarle cómo se pueden hacer peinados divertidos con la espuma.

 

Hacer pintura casera para baño:

  • 50 ml de jabón para niños (suave, de los que no pican en los ojos)
  • 3 cucharadas de maicena (harina de maíz)
  • Colorante alimenticio

 

Si tienes más de un hijo un buen truco es que se bañen juntos, darles pinturas a cada uno para que se pinten entre ellos y luego jugar a borrar con esponja los dibujos. Échale imaginación, un día sois los piratas que van por los mares y otro día los bomberos que van a apagar el fuego con el agua de la ducha. Podéis usar pajitas y hacer burbujas, pintar el agua con colorantes vegetales o tener a mano un pompero para hacer pompas de jabón.

 

YO SOLITO.

 

Si tu hij@ tiene más de 4 o 5 años a lo mejor lo que le pasa es que siente que puede hacerlo solo y no le gusta nada de nada que sea mamá o papá el que lo haga todo en el baño. En este caso es importante que le dejes que lo haga él y luego tú le dices que le repasas si ves que le ha quedado mucho jabón. Involúcrale en toda la preparación del baño como si fuera un spa (preparar las toallas, el champú, que eche ella o él la espuma, prepare los juguetes, podéis poner música…). Y probad a adelantar la hora del baño porque a veces lo que pasa es que ya están demasiado cansados.

¿TU HIJA SE CONVIERTE EN LA NIÑA DE EXORCISTA CUANDO LE ACLARAS EL PELO? NO ES LA ÚNICA.

 

Hay muchísimos niños a los que les resulta realmente insoportable que les laven la cabeza y por esa razón se resisten a bañarse porque saben que tiene que pasar por el mal trago de que les aclaremos el caballo. Algunas ideas para ayudarte son las siguientes: Ponerle una visera, untarle vaselina en las cejas para que el agua resbale y no le entre en los ojos, lavarle con una tetera donde el agua vaya cayendo poco a poco, pasar suavemente agua limpia con las manos o escurrida de una esponja sin jabón, y que no le dé en la cara, o ponerle una toalla pequeña en los ojos.

 

Por último decirte que la mayoría de las veces tampoco es necesario que se duchen o bañen todos los días mientas que se laven las manos o sus partes íntimas. No lo digo yo, lo dice la asociación americana de dermatología. Podéis leer más en este artículo .

 

Y tú, ¿a qué estrategias recurres cuando tus peques no se quieren bañar?

 

Recuerda que si tienes algún conflicto en concreto con tu peque puedes escribirme a info@criandohijosfelices.com contándomelo y escribiré un post sobre ello para ayudarte a ti y a otros padres que estén en esa misma situación.

 

 

 

 

 

 

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